El proyecto, que se encuentra en etapas finales de construcción, posee 20 hectáreas de área industrial total y 60 mil metros cuadrados de área cubierta, en los que procesará un total de 650.000 m3 de rollos al año provenientes de productores locales. Esto generará más de 280 puestos de trabajo permanentes altamente calificados, cerca de 600 empleos indirectos y permitirá exportar el 100% de su producción a más de 70 países del mundo.
El proceso productivo de la planta se basa en el principio de "cero desperdicio": los rollos son procesados y transformados en madera aserrada mientras que sus subproductos (cortezas, aserrín, astillas, virutas) son convertidos en pellets que se exportarán como biocombustible para calderas domiciliarias del sur de Europa. Además, la corteza también es aprovechada ya que se convierte en combustible de las calderas que generan el vapor en el proceso de secado.
En esta primera etapa, la planta producirá anualmente 330.000 m3 de madera aserrada y 135.000 toneladas de pellets. En una segunda etapa, la firma prevé duplicar la capacidad productiva y se estima que para 2025 tendrá un volumen exportable de 1.000 contenedores mensuales.